miércoles, 7 de noviembre de 2012

Próxima Parada

Una vez que lo tomas como rutina los viajes en metro, dejan de ser viajes t pasan a ser trayectos. Nadie se mira. Nadie se escucha. Nadie se espera.

En este espacio somos como máquinas, con el automático puesto para llegar a su destino. Sin distracciones. Es como una perfecta colonia de hormigas.
Subimos, bajamos, obviamos... Puedes haberte encontrado con esa persona cientos de veces, pero jamás la reconocerías. Nunca llegarías a saber su historia. Porque en el fondo, el metro es eso, historias que se entrecruzan sin saludarse. Trayectos de vidas que buscan un destino.


sábado, 1 de septiembre de 2012

Él y Ella.

Él la miró. Ella le regaló una sonrisa. Él respondió con otra, pero teñida de amargura. "Siempre me quisiste demasiado". Ya así, ella le dijo adiós.

sábado, 21 de julio de 2012

Once Again

Una vez más estoy dispuesta a marchar. Una vez más a la tierra del té. Voy con miedo, ya que no sé lo que me espera allí. No sé qué será de esta experiencia. Quizás no aprenda nada en 15 días, quizás aprenda mucho. Puede que crezca o que mi nivel de inmadurez siga intacto. Pero quiero pasármelo bien, disfrutar y dejarme llevar. Será difícil, pues siempre hay miedos y autorrestricciones. Las autocríticas pueden ser las que más daño hagan y desgraciadamente son imposibles de evitar, por tanto, tendrán lugar, pero no dejaré que hagan mella. Es una gran oportunidad. Vuelvo a mi otro país, a la otra parte de mi corazón, a aquél que de momento ha conseguido desterrar París como futuro. 

Debería dejar de escribir, porque tengo la maleta delante de mí. Ya no me cabe nada más y aún me faltan la mitad de las cosas. A alguien debería ocurrírsele dar un curso de hacer maletas y economizar espacio.

Ahora debo economizar el tiempo. Quizás volvais a tener noticias mías.

martes, 3 de julio de 2012

What's the use?

Hoy vuelvo a retomar este blog que nunca usé. Tenía una finalidad, un objetivo que no llegó a cumplir. A través de las líneas que en él publicara aquellas personas que yo consideraba importantes podían estar en contacto con mi realidad, ya que iba a estar un año fuera. Y lo estuve. Pero sin compartir nada a través de una plataforma informática. ¿Por qué? Pereza, posiblemente. Pereza a que mis días quedaran plasmados de forma irrevocable y la memoria no pudiera jugar con los recuerdos a su antojo. Pereza al recordar hecho por hecho y no las sensaciones y lo que creo que viví. Pereza a escribir sí, también. Pero quizás lo que predominó fue el miedo a dejar de vivir de verdad todo lo que estaba por pasarme al pensar que luego tendría que escribirlo. Así cada cosa podría falsearse, cada experiencia podría provocarse, cada encuentro podría forzarse. Y así quedó, vacío. Pero lleno de significado. Que no escribiera quiere decir que las cosas eran demasiado buenas como para escribirlas y me centré en vivirlas. Quizás retome el uso de este soporte. Quizás no. Este primer paso quiere animarme a ello, ya que en 20 días, volveré a las tierras que me acogieron durante 1 año. UK be ready for me!

lunes, 27 de septiembre de 2010

Birmingham, here I am!

Tras llegar después de muchos intentos a las 13:30 del día de ayer en tren, lo que veo al llegar es una ciudad llena de centros comerciales (¡toma ya! cómo le va a gustar a mi bolsillo...) y una iglesia. La única. Miro más atentamente: FOR HIRE. Un cartel enorme anunciando que hay habitaciones para alquilar. El cartel está en la Iglesia... por tanto, las habitaciones están en la Iglesia... qué mal sienta la crisis. Aunque imagináoslo. Habitación con decoración incluída y salvación asegurada. Nadie puede ofrecer nada mejor. "Capilla recién reformada con estatua de Santo/Santa incluída". No sé por qué lo veo en una peli de Robert Rodriguez/Tarantino. Pero bueno, no hay que pararse. Aún no hemos llegado al albergue en el que nos quedaremos hasta que nos den la casa el 1 de Octubre. Conforme avanzo, el decorado Billy Elliot deja paso a las calles del Bronx, y a partir de ahí ni las peores calles de vallekas. ¡Un bar! Es como Fangtasia (True Blood), pero en vez de Vampiros heavies gordos y sudorosos ahogándose en jarras de cerveza. Pero no está mal, todo el mundo sabe que los heavies en el fondo son gente entrañable. Y una calle más abajo, el albergue. Es juvenil, alegre, cómodo... vamos, de esos de 15 libras la noche. Pero ponen buena música. Creo que me acabaré aficionando a la sala común.

No me da tiempo a disfrutar de nada. Tenemos que salir hacia la universidad porque toca reunión de bienvenida. Nos meten a todos en una sala como de Iglesia (vaya, quizás era una de las que se alquilan) y nos ponen a hacer un quiz... del cual no tengo ni idea... y la demás gente sí! ¿Por qué se empeñan en aprenderse cosas inútiles como la edad de la Reina de Inglaterra? (Vale, sí 84, esa la respondí yo). Y después... ¡ah! quién sabe. A los animadores sólo los han contratado para repartir el quiz y recogerlo. Así que, igual que llegamos nos fuimos, aunque habiendo conocido a un chico y una chica franceses. En el camino se nos unen más y nos vamos todos a tomar cervezas, y lo inevitable ocurre. Acabamos hablando de los travestis de las películas de Almodóvar y de la supuesta bisexualidad de Dalí. Pero la noche no daba más de sí, así que nos volvimos al albergue en el taxi de nuestro taxista colega Zeb (le encanta vacilarnos por cierto, pero es entrañable).

De momento estas son las crónicas. Hoy después de un día de papeleo, estoy en la habitación, tirada en la cama e intentando relatar todo, evitando lo aburrido y haciendo que suene más gracioso de lo que parece cuando lo vives (^^).

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Avenue Q

Una vez más he vuelto a ese lugar. Una vez también viví allí y tuve vecinos. Vecinos con los que compartí impotencia, decepción, alegría, esperanza, ilusiones, cabreo, camaradería, confianza... todo lo cual no lo cambiaría por nada. He aprendido cosas sobre mí misma y cosas sobre aquellas personas de las que me rodeé tanto tiempo. Al ver a otros ocupar nuestras casas y andar por donde nosotros lo hicimos, no puedo evitar pensar en todo lo que hemos dejado atrás y todo los que hemos ganado con nuestro sudor.

He ganado un marido que me decía las cosas tal y como eran y siempre tenía preparado un besito para animarme; un portero que siempre comprendía, sonreía y me apaciguaba; una diva que me hizo sufrir hasta el último momento y con la cual compartí muchísimo; un filólogo sin un objetivo que aguantó incluso aunque todo se hundiera y me tranquilizaba con un cálido abrazo; un vago que quería que diese lo mejor de mí misma aunque yo no creyera en que podía mejorar; una vividora y fresca con corazón y con las ideas claras y una mano para echar; un empresario que se negaba así mismo y que con su perfeccionismo logró que yo también quisiera alcanzar algo más allá; un monstruo que por su seriedad en los momentos necesarios y su franqueza se ganó su respeto; una profesora que ya me había tenido que aguantar antes y que otra vez volvió a hacerlo; unos traviesos peluchitos que aunque no pudieran sonreír por dentro más de una sonrisa me sacaron; una maestra de obras que aunque el Titanic se hundiera quería seguir manteniéndolo a flote; unos músico-adictos que consiguieron que más de una vez guiaron a mi oído; una experta en sonido que se preocupaba cada día por mí y me daba mimitos; un técnico de luces que intentó enseñar a esta cabeza hueca cómo se supone que iba todo; un equipo técnico que lo mismo nos maquillaba como nos ponía vídeos o hacía pequeños cameos; y una mamá pájaro que nos salvó antes de aplastarnos el cráneo contra el suelo.

Todas estas personas una vez compartieron edificio conmigo. Hoy volví con ellas. Hoy me despido una vez más. Pero esta es la última vez que vuelvo la cabeza hacía esa calle llena de buenos momentos. Ya, hoy, quedaron bajo llave en un lugar donde serán difíciles de arrebatar. Dentro de mí.

Adios Avenue Q.

martes, 21 de septiembre de 2010

Salamanca 2.0

Viaje antes de otro viaje. Bien merecido nos teníamos todos ese gran fin de semana. Es cierto que las calles de esta ciudad tienen otro ritmo. Son antiguas y sabias, pero entre ellas nunca muere el espíritu de juventud. Dan pie a numerosos desfases y locuras. Y a nuevos descubrimientos, porque un destornillador no sólo se clava, sino que se bebe. De lo que se entera una. Igual que las buenas tapas y pintxos no tienen por qué costar un dineral y mucho menos ser servidas en lugares glamurosos. ¡Ah sí! Y peterdas hay por todos lados. PETARDA. Pero lo mejor es con quién compartes todas estas cosas y quien te permite que las compartas. Sin duda es una de las personajillas a la que más echaré de menos. Y que sería de una fiesta sin una oveja. No está permitido salir de casa sin una de ellas, aunque luego acabe decorando la bañera con todo lo que comió previamente, porque nunca se le dio bien ir de rumiante.

Pero Salamanca no sólo te ofrece ese lado loco de la vida. En sus calles puedes estar caminando, en tu mundo, con tranquilidad. De vez en cuando, alguien te despertará de esa ensoñación diciendo "Mira un astronauta en la catedral" y a nadie le extraña; o "una rana en la fachada". Porque esa es la magia. Ese equilibrio. La majestuosa catedral, se vuelve vulnerable una vez dentro. Fría, pensativa, ausente, a la espera... Como la ciudad, esperando que en algún momento volvamos a ella.






Grandes momentos de la versión beta


  • Puedo mover un Chupa Chups con un músculo de la mano.
  • Muy a lo Adolf.
  • En la bañera tenis un regalito.
  • La petarda hombre "ya decía yo que raspaba al dar dos besos".
  • GagaGafas.
  • ¿Sabes quién está loca?
  • Destornillador.
  • Molly Malone.
  • 1,2 Freddy's coming for you...